Miguel Navarro acude semanalmente a entrenar a la Escuela de Natación Adaptada de la Fundación Garrigou. Este fin de semana competirá en Cádiz en el Campeonato Nacional Absoluto
Miguel (primero por la izquierda) junto a sus compañeros en la última jornada de la LANA
Miguel Navarro acude este fin de semana por primera vez a un Campeonato Nacional Absoluto de Natación Adaptada. Una aventura que comenzó hace poco más de un año, cuando gracias a la colaboración entre la Fundación Deporte y Desafío y la Fundación Garrigou, Miguel comenzó a acudir a la Escuela de Natación Adaptada de ésta última. Allí conoció a Jose y Manuel, entrenadores de Garrigou, quienes le han ayudado y motivado a recorrer este camino, haciendo que una actividad física que comenzó como terapia, haya ido más lejos. Ahora Miguel forma parte del Club Natación Pozuelo, al que pertenecen también la Princesa de Asturias del Deporte, Teresa Perales, o los medallistas en el Campeonato del año pasado Ignacio Arribas y Carlos Martínez, y que está liderado por Darío Carreras.
“Empecé nadar desde que era muy pequeño porque el médico les dijo a mis padres que lo que necesitaba para fortalecer la musculatura debido a mi discapacidad era nadar y hacer mucho deporte. Mis padres siguieron la recomendación a rajatabla y al veranear en Valencia me pasaba desde las 11H hasta las 14H nadando”.
Miguel reconoce que “al principio, lo llevaba mal porque otros niños se daban un baño de 15 ó 20 minutos y salían a jugar, y a mí mi madre me decía que tenía que seguir nadando. Al final, esa constancia me ha venido muy bien, y ha hecho que, aunque nade más lento que otras personas, pueda nadar y defenderme en el agua”.
Si nos remitimos a los datos, Miguel hace mucho más que “defenderse en el agua”, ya que en la última competición de la LANA (Liga Autonómica de Natación Adaptada) el pasado fin de semana ha batido los récords de 50 y 100 metros libres.
Mirando hacia atrás, Miguel Navarro señala que “no me esperaba llegar hasta aquí. Gracias a la Fundación Deporte y Desafío entré en contacto con la Escuela de Natación de la Fundación Garrigou, y con Jose y Manu, sus entrenadores, que son unos soles. Al principio el objetivo era más de terapia, pero cuando se presentó esta oportunidad a través de ellos, fue cambiando más la dinámica hasta el punto de coger tiempo, y tratar de mejorar para orientarlo cada vez más a un nado profesional”.
En ese giro hacia lo profesional, Miguel señala la importancia que ha tenido el Club Natación Pozuelo, destacando “el ambiente y el buen espíritu que tenemos entre personas más o menos en la misma situación y con la que podemos compartir experiencias, además de crear amistad. Más allá de la parte competitiva, es muy importante la familia deportiva que hemos creado y los valores que eso conlleva”.
Por eso, Miguel Navarro al recordar todo lo vivido tiene claro que nada de ello hubiera sido posible “sin el esfuerzo que han hecho las personas que están a mi alrededor para que yo pueda nadar. Porque en mi situación, para que yo pueda nadar, necesito de otros factores y de otras personas. Desde mi familia que siempre está ahí para ayudarme, los voluntarios, los entrenadores de las actividades de Natación en que he participado, Deporte y Desafío, Fundación Garrigou, con Jose y Manu que son unos cielos, y sin ellos no hubiera sido posible. Y gracias también al Club de Natación Pozuelo, y a Darío que es el que me ha introducido un poco en el mundillo”.
“Ahora – recuerda Miguel- es el momento de disfrutar la experiencia, el resultado puede ser peor, o mejor, obtener récord, o medallas. Pero ya simplemente el ir a Cádiz a participar en un Campeonato de España es una oportunidad que no se le presenta a todo el mundo y, por eso, hay que disfrutarla. Nadar con personas como Teresa Perales, Premio Princesa de Asturias del Deporte y todo el equipo que me rodea que son de 10 va a hacer que sea una experiencia enriquecedora, independientemente del resultado porque todo lo que voy a hacer va a ser aprender”.
Más allá de la Natación, Miguel es un joven que estudia 2º de Bachillerato, y colabora semanalmente con el programa Radio FAPA Somos Escuela en Radio Enlace. “Todas las semanas hacemos entrevistas que versan sobre inclusión y diversidad dentro de la Educación para dar voz a todas las personas que tienen que algo que contarnos, algún proyecto, algo que aportarnos. Esta semana hemos recibido el Premio de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado y estamos muy contentos”.
Por último, Miguel tiene un mensaje para aquellos que puedan estar en una situación similar a la suya. “Les diría que practiquen deporte, porque el deporte es valores, amigos, independientemente de las capacidades diferentes que tengan, les recomendaría practicar deporte y así verse como uno más. Para mí ha sido la natación, para otra persona puede que sea el baloncesto, o el tenis en silla de ruedas. Y también que recurran a organizaciones y fundaciones que hacen que el deporte sea más fácil de practicar para personas con alguna discapacidad, como Deporte y Desafío, la Fundación Garrigou o la Fundación También. Entidades que nos ayudan a vivir experiencias que de otra forma sería difícil vivir”.