La Fundación Garrigou colabora con el proyecto educativo del Centro María Corredentora desde el curso 2012-2013 para apoyarle en su labor de ofrecer una educación de calidad para todos.
El Centro María Corredentora desde su fundación en 1953, se ha centrado en enseñar y conseguir que el alumnado desarrollara al máximo sus capacidades.
En la actualidad, cuentan con 298 estudiantes de entre 4 y 20 años que cursan las siguientes etapas: Infantil, básica obligatoria, programas de formación para la vida adulta y programas profesionales; más del 95% tiene el Síndrome de Down, aunque también cuentan con alumnos con otras alteraciones cromosómicas. El equipo de profesionales que trabaja en el centro está formado por tutores, logopedas, fisioterapeutas, orientadores, auxiliares técnicos educativos y profesores especialistas en Educación Física o Música, entre otras materias.
Algo que le caracteriza es la continua innovación lo que les ha llevado entre otras cosas a crear sus propios materiales que les permite la personalización e individuación de la enseñanza. Dentro de este marco el uso de las tecnologías es algo imprescindible ya que abren una serie de posibilidades metodológicas muy enriquecedoras y supone desarrollar nuevos recursos de inclusión a través de los distintos dispositivos y así poder responder a las necesidades de todos su alumnado.
El primer contacto con las TIC fue en el año 2000, cuando comenzaron a trabajar con dos aulas tradicionales de informática para luego incorporar la PDI. En la actualidad, los alumnos de Infantil disponen de una SMART Table, mientras que los mayores tienen smartphones para que en sus desplazamientos por Madrid disfruten de mayor autonomía. El centro tiene una amplia dotación de iPads que emplean tanto los profesionales del centro como el alumnado.
Hace ya dos años se empezó a trabajar con el iPad y desde un principio los niveles de atención, motivación y aprendizaje mejoraron notablemente con uso tanto en el ámbito individual como en grupo. Es un dispositivo muy versátil que permite la personalización de los materiales dependiendo de las necesidades particulares del alumnado. Las familias han notado también una notable mejoría ya que el iPad les ayuda a trabajar distintos aspectos como su autonomía, aspectos emocionales y conductales y su motricidad fina.